viernes, 24 de enero de 2020

COSECHA





Vuelve a disparar la pedrea y aquí sigo abrumada.
Me he quedado dormida en septiembre entre las olas del mar y las montañas del verano, y regresan las pieles a abrazarme sobre la ceniza del invierno y el letargo de los días.
La cosecha de Stanich suena esperando la piedra que algún día caerá sobre nuestras cabezas y harán que cambie la frecuencia de este ahora tan extraño y lleno de recuerdos en blanco y negro.
Se perderán.
Igual que la albada de Labordeta .
Igual que aquella tarde de diciembre en la que recité poesía para ti que ya no estás.
Se perderá el tiempo como la casa del desahuciado o la vergüenza del traidor.

Hoy algunos brindan por los millones que han entrado en sus vidas
y por los agujeros en los que ya no entrará la luz,
y tu sigues conmigo y me sigues recordando tus años solitarios siendo victima sin serlo.

Y hoy vuelven a mi casa las mujeres con resaca por vivir y por reír.
Las mujeres de mi vida que vienen cuando las llamo,
las de siempre, las de "y sin embargo", las diferentes, las que se desvelan ,
y la pequeña revolución de rojo que nació un 8 de marzo agitando nuestros corazones morados.

En este día en el que escribo y en el que se me brindó la ocasión 
de volver a desayunar con mi madre, 
y a brindar por todo y por nada.
Y pienso que tengo la mejor combinación para ganar:
Miles de sonrisas que creo que merezco,
la simiente de la lucha y del amor que embriaga mi espíritu 
y me allana el camino,
la realidad del pasado que ensalza todavía más la belleza del presente.
Estoy y vuelvo a la garra de los dientes que encaran la vida tal y como viene.
Persiguiendo tu mordisco y tu aroma como un perro que olisquea los restos de un manjar.
Y me dejo pellizcar bajo la atenta mirada del silencio que retrata los detalles,
al lugar exacto donde respiro, y a los acordes que corrompen mi ser 
y que hacen que grite a la vida dando gracias
 por estar bajo su manto de enseñanza.
Al puente que une mi blues con el tuyo
y a la música de fondo imperturbable para los oídos que no saben escuchar,
y que engrandece cualquier historia que contar.


              A mis pies que supieron llegar solos hasta aquí..... Gracias.


                                                            Teruel , un veintidós de diciembre del año 2019

miércoles, 1 de junio de 2016

JUVENTUD


Juventud.Como te me vas mostrando atrevida e inocente.
Hoy acojo la vida desde torres de ensueño que me fueron devorando hasta ponerle muecas al destino.
Juventud, que te prestas a enseñarme puertas entreabiertas de misterio 
y me sacas los colores cual colegiala que no se sabe la lección ante el maestro.
Juventud, miserable voz a cuestas que engaña y desdibuja mis afectos.
Ahora que la ilusión habita entre vientos cálidos y cimas sin coronar,
 tú me hablas entre agua verde y horas de domingo.
El corazón tuyo, juventud,
esta alegre de vivir eternamente en este envoltorio mío que no sabe si romperse o quedarse dormido
en las grietas de mi piel.
Mientras lloras por abandonar la niñez que tanto amor me dio, 
perece en mí la innecesaria nostalgia abrumadora del mañana. 









miércoles, 3 de febrero de 2016

La medida del silencio


Tres silencios y un recuerdo:
Eso dura la nostalgia. 
¿El presente? 
Un silencio despistado que bosteza y agita el compás. 
La medida del silencio
suena en algunas bocas 
como cuando se derriban muros de losas frías y violentas.  
No se sabe como nos vendrá el traje del porvenir   (ese que no viene nunca)
El frío que enmudece el cuerpo.  
El viento que reseca los labios 
Las miradas hirientes que congelan nuestro  universo, 
Esa es la medida del silencio. 
Desafiante silencio que siempre acaba la función   
 con una maravillosa corchea alegrando cualquier  salón. 


jueves, 12 de noviembre de 2015

NOVIEMBRE

  
Noviembre amargo de vuelo inerte
tan ciego y negro como tu muerte breve.
Noviembre de campana y azote
tan tremendo como mi llanto llueve.
Supo tu corazón y el mío de nuestro último abrazo,
que te has llevado, que me has dejado.
Quiso tu corazón y el mío
querer nacer para encontrarse.
Masblanco se ha quedado huérfano de padre
y allí se abrigará el ganado cuando sople el aire
tu aroma seguirá brotando por manantiales
yo me quedo con tu cariño y tus ademanes.
Noviembre de sol y nube
mes que no se burla nunca de la muerte.
Noviembre que a bocajarro me sorprende
desencajando el equilibrio de mi suerte.
 
 
 

jueves, 25 de junio de 2015

EL VACÍO

Soy mentira y un poco de verdad.  Mitad locura y algo de irrealidad.
Molino sin viento. Espuma del azar.
A veces bofetada violenta que escupo sin piedad.
Soy un punto y soy final entre la suspensión y el vacío.
Soy hastío y demencia del silencio.
Y soy aire que se lleva las palabras a orillas despobladas.
Soy el color rojo entre el caos y la oscuridad.
Libro oxidado en cajones a medio cerrar.
Soy para alguien (o seré -quién sabe-) un sí bemol entre la irritación y la sordera.
Soy prescindible y soy concepto y connotación.
Soy tiempo en lugares devastados por la memoria
y soy historia en el pasado de mis ex.
Soy teorema de la dignidad y la decapitación de la relatividad.
Soy vértigo descolgado de rascacielos inútiles.
Entre tanto ser y no ser.
Entre tanto estar y no estar.
Seres rancios y mucha obscenidad.
Atropellos vanos y demasiada vulgaridad.
Insoportable indecencia en este mundo pésimo
rebosante de orin y miseria
En días asi mejor descolgarse de allá afuera
y quedarse dormida
en la cuna de la soledad.



lunes, 13 de abril de 2015

EROTICAMENTE


Desprenderse de la piel.
Erogenar las zonas.
Masajear labios.
Mover los ritmos
 y los ojos.

Duermevelas entre sábanas y suspiros.
Pezones atrevidos y vueltas enredadas de manos y pies.
Oscuridad con vistas a tu mar
mantecoso y lascivo.

Y entre los pliegues del sol 
rayos hambrientos y polvorientos.

Despertar.

Asomando dedos. Lenguas en llamas.
Fusión de canciones y de aromas.

Husmear secretos
y resquebrajarse
 sin remedio alguno.












martes, 24 de marzo de 2015

La Belleza de lo Efímero


Los días traen consigo inevitablemente un manto de estrellas 
o un estruendo de tinieblas.
Nunca el todo de la inmensidad se muestra del todo partidario de la intensidad plena.

El instante feliz y bello que a veces aparece frente a nosotros - unas por azar y otras por empeño-, 
se desvanece cuando apenas comenzamos a reabrir los labios para lamer sus huecos.
Y entonces sólo queda el regocijo de contarlo y recordarlo en otro tiempo.
Y uno ahí, también es feliz. 
O mejor dicho, es nostálgicamente muy feliz.

Y cuando amenaza tormenta uno busca ese instante para que al recordarlo,
nos sirva como bálsamo terapéutico contra la ausencia, la angustia y el miedo.

Sin embargo, el desánimo no dura un instante.
Se queda a dormir agazapado en la cueva del destierro
y siempre dura más de lo necesario.
Horas, días, eternidades con brazos y pies que abrazan el cuerpo para inmovilizarlo. 
Desnudarlo. Enfriarlo.

Y cuando la lengua mordaz y experta del desánimo, posa sus besos
en cada rincón de la piel muerta tatuando el cuerpo
con sangre de tristeza,
entonces amanece,
y la llamada del sol envuelve el día con amigos, plantas y música,
abrigando nuestro mundo.
Alentándolo de luz y plenitud.
Sacando brillo a la esperanza y a los sueños.

A pesar del óxido penitente 
en los días de penumbra,
encárgate de enmarcar la belleza de lo efímero
antes que morder el anzuelo del desánimo.












domingo, 15 de febrero de 2015

PENSAMIENTO CIRCUNSTANCIAL



Hoy he hablado como tú.
Tus mismas pausas, tus muecas en la cara, 
tu idéntica respiración entrecortada 
que exhalas al bordear cuidadosamente las vocales al pronunciarlas.
Hoy he hablado como tú.
Con tu mismo aire desgarbado y ronco.
Inclinando ligeramente la pierna derecha 
con los grados exactos
como para saberme en tu cuerpo.
Arrítmico. Roto. Pequeño.
Así como tu eres cuando hablas.
Sin identidad y sin patria
pero con tu misma gracia.
Hoy he hablado como tú.
Vaciando las palabras de mi boca
como si me molestaran.
Así como tu haces cuando hablas.
Hoy he sido un poco como tú 
pero sin ser.
Y he pensado que si dos cuerpos se conmutan de este modo,
¿por qué entonces caminamos por mundos tan distintos?














jueves, 5 de febrero de 2015

Eso quiero


Sólo quiero un respiro, 
una leve brisa en la cara,
un tiempo nuevo
la forma y el espacio de la calma.
La libertad del pensamiento 
que viaja a caballo entre blancas paredes
y  verdes montes y pinares.
Los paréntesis sin acento,
las piernas sin el cuerpo,
lo preciso del fondo
el final de todos los cuentos.



Los Segundos


La tarde se echó la manta a la cabeza y quiso olvidar su mañana gris.
El día resquebrajó toda su luz en dos mitades.
Se desangraron las horas,
se perdieron los minutos,
y los segundos se embalsamaron.
¡ Benditos segundos!
¡Malditos segundos!
Capturan los instantes, embellecen la vida y amargan los tiempos.


La forma de los segundos es recta y fuerte.
Asesina y castiga firmemente.
Empuja lágrimas, golpea corazones y ahoga sueños.
Los segundos machacan almas y enfurecen a las fieras.

La forma de los segundos es hermosa y cálida.
Atrapa la felicidad y contrae músculos creando espasmos de placer.
Arranca carcajadas y escupe escalofríos en la piel.
Los segundos siempre serán los primeros en palpar cuerpos y mojar labios.


Este segundo tuyo y mío que compartimos 
y que ahora abandona plácidamente el presente,
se sumerge engulliendo estos versos que escribo 
para quedarse a dormir en cuartillas 
roídas por el tiempo. 

ENREDADO


En un pliegue de amarilla hojarasca y en la esperanza de los desesperados, estabas tú.
En el caminar del peregrino y en el cantar vivo de un jotero.
Estabas en el acuoso derrame de nuestras miradas y en las nieves que vendrán.
Trasmutando enseñanzas y te quieros sobre ventanas que se abren hacía el silencio.
Maniatado en el empedrado de las calles y en la forja de los balcones que un día se esculpieron por tu exquisita tinta.
Te vi sombre un manto de pinos sedientos y tristes y en rocas milenarias.
Por un caricia tu melena gris barrió la pena de mis mejillas y renaciste entre flores ávidas de luz.
Ahí estabas tú. 
Perpetuo obrador.
Enraizado sobre puertas rojizas.
Trazando los recuerdos. Besando versos.

En el chorro  azul marino de una fuente y en el aire que desplaza los sentidos.
Aquellos que solo brotan de tu tierra fértil y dura.
Corazones arrugados y emoción en movimiento.
Todo en una bocanada fresca de amistad y nostalgia.
Abracé de nuevo el nido de águilas desde donde descansas.
Acariciando notas para bandurria y laúd. 
No te puedo tocar poeta, pero te siento tanto...
Los recuerdos amontonados desmintieron que no te has ido Serrano mío.
Eres. Estás. Pervives. Permaneces.


                                                     DESDE EL NIDO DE LAS AGUILAS

sábado, 10 de enero de 2015

AÑADIRÉ

Añadiré que una tiene a veces la terrible sensación de vivir con un diapasón oxidado un día y otro con el ritmo cambiado pero perfecto. Añadiré que me levanto casi todos los días soñando con vivir en Buenos Aires, Malasaña o cualquier otro lugar menos en el que estoy. Añadiré que me quedo muda cuando te veo y que me siento muy idiota, además, por hacerlo. Añadiré que llevo ya tiempo sin acordarme de aquel trozo de alma que engulliste hace unos meses con esa crueldad intolerable tan tuya. Añadiré que cada día mi pensamiento es otro y perturba continuamente mi existencia. Añadiré que nunca daré la vuelta al mundo pues ya es el mundo quien me la ha dado más de una vez. Añadiré que los ahoras ya no son por fín como el ayer exiliado y deportado de entonces. Añadire que toda la semana te odié durante el tiempo suficiente como para no sentir tanta rabia por quererte hoy. Añadiré que no tengo nada más que añadir.

lunes, 23 de diciembre de 2013

La Mala Costumbre

                            A Alberto Villén

Tu corazón palmea por soleares
y amasa la sangre de siete vidas.
Tu corazón  como el de un gato
colgado y asustado a un jersey de lana.
Que bastardo y que traidor es el dolor que te seca las piernas
y que alivio resultan tus once sílabas
que leo en días como hoy, 
en los que me enfado con los desvelos que te atrapan.
Te pondré alas si tú me lo pides. 
Si consigo así bajar esta fiebre maldita
que hace estornudar a tus musas.
En los deseos que tienen que nacer
pediré que este cuerpo no se acostumbre a la mala costumbre de no verte.
Te vi y entonces te quise.
Te quise desde que te vi.
Aquí están esperando las calles que un día se abrieron para nosotros.
Asustados viven los fantasmas del pasado
y engalanados y dispuestos los balcones.
Equipado el dictado de mi risa
e indecisas las comas y guiones.

                                                   Teruel, una víspera de Nochebuena



lunes, 11 de noviembre de 2013

Bailes Enigmáticos


¿ En qué momento la impresión se convirtió en certeza?
¿En qué instante la ilusión dio paso a la fatalidad?
¿Por qué el  fracaso enfureció tu encanto
y despertó lo absurdo, lo inmundo, lo de más?
Alguien se ha llevado las poesías líricas y dramáticas 
que leía mientras te imaginaba entre los versos y las rimas.
Ahora. Hoy, sólo acaricio mentiras envueltas en pijamas de escarcha.
Esta tarde tan violenta y tan fría en la que el presente saltó por la ventana,
se me hace demasiado largo el desprenderme de tus sueños soñados ayer.
Tan tarde y tan de nuevo.
Siempre que me atrevo a soñarte
me acobardan las razones y me despiertan 
tocándome bruscamente por la espalda.
Prefiero seguir en tu cueva vacía aunque tú te hayas ido.
Ahora sí. Del todo. Con todo y con nada.
Sospeché un tiempo que era sincero aquello de los bailes enigmáticos
y dudé también sobre el sabor de tus labios en madrugadas virtuosas.
El mensaje se ha llevado al mensajero por delante
y la realidad parpadeante que me desnuda sin piedad
me ha dejado más triste que este lunes otoñal con aguaceros



miércoles, 16 de octubre de 2013

Soledades Precisas


Un viento frío y huracanado
me sirve en cómodos plazos
corazones helados y sin nombre.
Cuerpos desmembrados 
y promesas que se desprometen,
silban sarcásticos entre mis sombras aburridas.
Por rincones con aromas a flor y a menta
me acurruco con un enmascarado sosiego,
esperando que la fuerza del otoño
desinfle mis pulmones
de tu aire embriagador.
Sin embargo, algunas tardes,
unas criaturas burlonas y descaradas
tiran con ahínco de mis párpados para que no me duerma
en el empeño de cegar la evidencia 
y entorpecer la bocanada de aire fresco
que limpie por fin tu recuerdo.
¡Yo elijo el camino
y hasta las piedras que golpeen en tu ventana!
Seré como las hojas que un día se despiden de sus árboles
y besan otros parques, y otros vientos,
y otra tierra: dura como la miseria 
y eterna como el mar.
Pero...
¡Qué no me venga el tiempo con prisas!
Qué soy capaz de quitarle la arena a los relojes
y desplumar de un plumazo a los impertinentes cucos.
Todo por tumbarme un momento 
en esta soledad precisa.